Me siento hastiado de tanta hipocresía
De tanto silencio colusivo acabo por asquearme de mi mismo
También de mi silencio engreído de tres criticas y media
Me llaman cada día los rostros de aquellos que miro
Mientras mi culo permanece sentado en una silla
Me llaman las lagrimas de los que lloran
Me llaman los niños que adivino en las trincheras
Me matan las palabras
Siempre y nada mas que palabras
Putas palabras
Vendidas al silencio
Que sigue engordando sus víctimas cada día
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