sábado, 20 de septiembre de 2014

Una cuestión de poder...Tu palabra contra la mía

La psiquiatría debería perder su poder actual. Y esa plusvalía de poder viene del robo que se efectúa a las personas subsidiarias de relacionarse con los psiquiatras y todo el entramado de la salud mental. Cuando muchos de nuestros pacientes manifiestan delirios de perjuicio contra el sistema psiquiátrico y las medicaciones, no hacen más que expresar, en el lenguaje del que disponen, una aplastante realidad, que los profesionales tan solo podemos disociar gracias a nuestra verborrea psicopatológica, un contradelirio socialmente aceptado. Es una cuestión de poder: tu palabra contra la mía. Tú eres un loco. Yo soy un psiquiatra. La batalla está perdida. ¿Dejaremos de luchar?

1 comentario:

  1. Si se comparan tus aforismos con mis reclamaciones ante Sanidad, no hay apenas diferencias.
    La distinción está en que tus "quejas" las hace un psiquiatra y sin embargo mis quejas las hace un paciente.
    Y la enorme diferencia está en las consecuencias:
    1.-Desconozco las repercusiones de tus lamentos, pero me parece que no me equivoco si pienso que como mucho puede que resultes "antipático" a ojos de otros médicos y psiquiatras.
    2.-Mis quejas, sin embargo, provocaron la máxima defensividad por parte de Sanidad, tapando inmoralidades con más inmoralidades e ilegalidades y ocasionando daños que parecen grandes pero son los menores: como arruinarme en mi ámbito social, relacional, familiar, laboral...; y daños menos visibles pero enormes e irreparables: como destrozarme y anularme por completo como persona en todos los aspectos posibles.

    "Yo soy un psiquiatra, y si me tocas las narices protestando por inmoralidades e ilegalidades que me complican o complican a mis compañeros... basta con encerrarte en aspectos, características y diagnósticos psiquiátricos; y ya puedes decir que te hemos humillado, que hemos mentido, que te hemos amenazado, que hemos pisoteado todos tus derechos como paciente y todos tus derechos como ser humano, que hemos arruinado por completo tu vida... que lo único que seguirás es empeorar la situación, porque todo lo que hagas te mete en las etiquetas, y tu vida está en mis manos, manejo además tu identidad y tu libertad; y me importa un pimiento que tengas testigos, que tengas pruebas evidentes o pruebas contundentes... porque yo gozo de una posición mucho más ventajosa y gozo de total impunidad... ¿que harás pobre paciente?"



    ResponderEliminar

Para comentar y compartir... Tejiendo el pensamiento