Un paciente psicótico, en estado maniforme, se siente el rey del mundo, el dueño de todo, me arrastra al pasillo y no para de quejarse de que las luces están encendidas en la Unidad toda la noche, y ahora también por la mañana, focos y focos consumiendo energía, dinero, dinero que dice podríamos ahorrar para gente como ellos, dice señalando al resto. Siento que diciéndomelo a mí no arreglamos nada, le digo que cuando salga lo escriba, lo reclame en atención al usuario del hospital. Me dice que ya me lo está diciendo a mí. Me digo que quizás alguien tiene que escribir lo que otros deliran tan cuerdamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar y compartir... Tejiendo el pensamiento